Omar González: Hay fisuras en las fuerzas armadas y policiales de Maduro

Omar González: Hay fisuras en las fuerzas armadas y policiales de Maduro

Omar González alimenta a dos guacamayas, ave que se ha convertido en un símbolo, en la Embajada de Argentina en Caracas. RRSS

 

Las guacamayas –hermosas aves azules y amarillas, inteligentes y ruidosas– son el nuevo símbolo de la liberación de los venezolanos. La prestancia con que sobrevuelan los cielos de Caracas ha inspirado a poetas, soñadores y políticos. Su nombre también ha sido utilizado para bautizar la operación que logró liberar –sin disparar un solo tiro– a los opositores venezolanos que, perseguidos por el régimen de Nicolás Maduro, buscaron refugio en la Embajada de Argentina en Caracas en marzo de 2024 y que después se convirtieron en rehenes asediados por las fuerzas de seguridad chavistas durante 14 meses.

Por Ludmila Vinogradoff | ABC





Omar González, uno de los rescatados, califica la operación Guacamaya como una fuga de película, cuyos detalles serán conocidos en su momento por razones de seguridad o cuando publique el libro que está escribiendo sobre los 412 días que vivió cautivo en la sede diplomática.

Exgobernador de Bolívar, secretario político de Vente Venezuela –el partido fundado por María Corina Machado– y encargado de la organización, González disfruta de su libertad en Miami.

—¿Cómo fue la extracción en la asediada Embajada de Argentina?

—Tenemos el compromiso de no revelar los detalles de la operación, si bien no comenzó ni terminó con nuestro rescate, eso está en marcha y llevaba tiempo preparándose. La confidencialidad es clave para las operaciones que se han dado y las que se van a dar. Hemos acordado no suministrar detalles por seguridad hasta que Venezuela sea libre.

—¿Cuánto tiempo habrá que esperar?

—Estoy escribiendo todos los detalles de lo que nos ha pasado, explicando toda la fuga, la salida y la historia de los prisioneros, es uno de los escapes más espectaculares que la historia ha registrado porque se hizo en las narices del régimen y en medio de su represión.

—¿Cómo pudieron evitar a los cuerpos de seguridad chavistas?

—La Embajada argentina estaba fuertemente custodiada por el grupo de élite de la seguridad del Estado venezolano. Había ocho controles de distintos cuerpos de seguridad. Teníamos como vecinos a la Embajada de Corea del Norte, al sur; y al norte, a la Embajada de Rusia, con todo su sistema de espionaje. Y en frente un comando que instaló el régimen, ocupando una casa que pertenecía a un familiar del fundador de la OPEP, Pérez Alfonso, donde había francotiradores apuntándonos, drones y una manada de perros entrenados.

—¿Era un cerco diplomático rojo, una cortina de hierro?

—Estábamos en medio de una cortina de hierro, sometidos a un asedio medieval. Nos cortaban la luz y el agua, no teníamos acceso a los alimentos ni las medicinas. Nos querían liquidar físicamente poco a poco y no lo lograron, y después querían liquidarnos físicamente.

—¿Cuánto tiempo llevó planificar el rescate?

—Se estuvo planificando mucho tiempo antes de la fecha, hasta en los más mínimos detalles, todo bajo la coordinación de María Corina Machado, quien se reveló no solo como una estratega política, trabajadora inteligente, carismática y valiente, sino como una jefa militar, una posible comandante en jefe de la Fuerza Armada Nacional (FAN)

«Muy pronto el socialismo del siglo XXI, el chavismo, el madurismo, desaparecerá como la Unión Soviética» porque fue muy disciplinada en el sentido de la limpieza en como se ejecutó la operación –no hubo disparos, estuvo sincronizada como un reloj–. Tuvo éxito gracias a eso y a los aliados.

—¿Para salir contaron con infiltrados entre los vigilantes policiales?

—De eso no puedo hablar por seguridad…

—Todo el mundo comenta que Maduro está a punto de caer, pero eso no termina de suceder…

—Nunca como ahora se habían dado condiciones como las actuales: una conjunción de sanciones económicas e individuales. EE.UU. ha ofrecido una recompensa de 25 millones de dólares por Maduro, lo mismo que ofrecieron por la captura de Osama bin Laden, lo que lo sitúa en el mismo nivel de aislamiento y sanciones. El 27 de mayo cesaron las operaciones de Chevron en Venezuela y Washington impondrá un 25% de aranceles a quienes compren petróleo y gas a Caracas; Venezuela está además en una lista negra por financiación del terrorismo, lo que implica que la UE no podrá hacer negociaciones con los venezolanos, algo que será muy duro para las empresas; y hay decomisos millonarios de droga, lo que supone un duro golpe a las fuentes de financiación del terrorismo.

—¿Significa eso que estamos más cerca de la caída del régimen?

—Hay un caldo de cultivo. Aquí puede ocurrir cualquier cosa en los próximos días. El régimen de Maduro no tiene financiación ni para pagar los sueldos y, por si fuera poco, meten preso a todos los que comercializan con las divisas. Personalmente, tengo la certeza de que la situación es insostenible y estamos haciendo analogía con el telón de acero y el desplome del muro de Berlín. Muy pronto el socialismo del siglo XXI, el chavismo, el madurismo, desaparecerá como la Unión Soviética.

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