
El Consejo Nacional de Universidades (CNU) anunció un cambio radical en el sistema de admisión universitaria en Venezuela: quedan eliminadas las pruebas internas en las universidades públicas del país. A partir de ahora, el acceso será determinado por lo que denominan “mérito académico”, según lo informó el organismo en un comunicado oficial divulgado este sábado.
Por lapatilla.com
La decisión fue tomada durante la más reciente sesión ordinaria del CNU, donde se aprobó un acuerdo que busca, según dicen, garantizar un acceso más “equitativo e inclusivo” a la educación superior.
Con esta nueva política, ninguna universidad pública podrá aplicar ni cobrar pruebas internas o diagnósticas como parte del proceso de ingreso, medida que, según el CNU, eliminará barreras “excluyentes” que afectaban especialmente a estudiantes de bajos recursos.
¿Cómo se asignarán los cupos ahora?
El sistema se centrará en reconocer el mérito académico, permitiendo que:
Bachilleres con promedio de 20 puntos puedan ingresar a cualquier carrera, en cualquier universidad, en su primera opción.
Estudiantes con 19 puntos en todos los deciles, así como los cinco mejores promedios de cada liceo público y los tres mejores promedios de cada colegio privado, podrán entrar en cualquiera de sus tres primeras opciones.
Se tomarán en cuenta factores territoriales y socioeconómicos para “una asignación más justa”.
Bachilleres indígenas y con discapacidad tendrán prioridad en el ingreso.
Aunque el comunicado se presenta como un avance hacia una educación gratuita y de calidad, la eliminación de las pruebas internas ha despertado inquietudes entre sectores académicos que temen un aumento del control estatal sobre las universidades, así como una posible politización de los procesos de admisión.
Desde hace años, diversas casas de estudio han denunciado la erosión progresiva de la autonomía universitaria y la imposición de criterios del Ministerio de Educación Universitaria sobre los sistemas de ingreso, cupos y programas.
Por ahora, el CNU insiste en que el objetivo es construir una universidad “más alineada con las necesidades productivas y sociales del país”, aunque no queda claro cómo se evaluará la calidad y preparación real de los nuevos estudiantes sin evaluaciones previas.