
Jorge Luis, de 30 años, fue asesinado en Iztapalapa, México, por un grupo de venezolanos. En lugar de ser detenidos, fueron cubiertos por policías del sector Granjas, quienes intentaron encubrir el homicidio subiendo el cuerpo de Jorge a una patrulla.
Por: El Gráfico
La noche del pasado 16 de junio, cerca de las siete y media de la noche, Jorge se encontraba al exterior de una tiendita llamada “El Triunfo”, sobre la Calzada Ermita Iztapalapa, a unos metros del Metro Atlalilco. Ahí se percató que un grupo de venezolanos, que trabajan como mototaxistas en la zona, intentaron asaltar a una mujer que iba pasando.
Jorge defendió a la mujer, pero eso le costó la vida. Los tipos se fueron, pero a los pocos segundos volvieron con una pala y un par de cuchillos. Ahí, frente a decenas de transeúntes, comenzaron a golpear y a apuñalar a Jorge hasta matarlo.
Entre un mar de gritos y la corredera de los agresores que se dieron a la fuga, policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) del sector Granjas, subieron el cuerpo de Jorge a la batea de una patrulla. De acuerdo con testigos, él ya se veía en muy mal estado, iba sangrando, pero, aún así, los oficiales se lo llevaron en lugar de esperar la llegada de servicios médicos o de la Fiscalía capitalina al sitio.
No pasó mucho tiempo, cuando a los familiares de Jorge les avisaron de su muerte.
Habitantes de la zona señalan que los venezolanos llegaron hace aproximadamente seis meses a vivir ahí. Pernoctan en un sitio cercano al Metro Atlalilco, una zona que se ha vuelto un problema de inseguridad, ya que, señalan, andan en grupo consumiendo droga y causando conflictos.
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