
Durante décadas, la desaparición de los dinosaurios ha fascinado tanto a científicos como al público general. Aunque se suele imaginar como un evento inmediato y devastador, la realidad es mucho más compleja y sorprendente. Este artículo te invita a recorrer los minutos, días y años que marcaron el fin de una era… y el inicio de otra.
Por: Gizmodo
No fue un meteorito lo que los mató: el verdadero fin de los dinosaurios
Hace unos 66 millones de años, un asteroide de unos 10 kilómetros de diámetro se precipitó a la Tierra con una energía equivalente a cien millones de bombas de hidrógeno. El lugar del impacto fue la actual península de Yucatán, en México, donde se formó el cráter de Chicxulub.
La colisión no solo acabó con los dinosaurios. Más de la mitad de las especies del planeta desaparecieron. Sin embargo, esta no fue la mayor extinción de la historia: la del Pérmico, 186 millones de años antes, eliminó al 90 % de las formas de vida.
Ya antes del impacto, el número de especies de dinosaurios estaba disminuyendo debido a un enfriamiento global. Además, no todos se extinguieron: las aves, descendientes de dinosaurios terópodos, son la prueba viviente de su legado.
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