
El partido de Javier Milei, La Libertad Avanza (LLA), se impuso en los comicios legislativos de este domingo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con el 30,1 % de los votos y prácticamente duplicó los apoyos recibidos por la lista del expresidente Mauricio Macri, Propuesta Republicana (Pro), tras contabilizarse el 99,77 % de los votos.
En una elección marcada por la baja participación (53 %), la lista encabezada por el portavoz presidencial, Manuel Adorni, obtuvo, según los primeros resultados, un 30,1 % de los votos, seguido por la lista liderada por el peronista Leandro Santoro, Es Ahora Buenos Aires, que obtuvo un 27,3 %, y por Pro, encabezada por Silvia Lospennato y que alcanzó un 15,9 %.
Cuarta se ubicó la lista liderada por el exalcalde de la ciudad y otrora referente de Pro, Horacio Rodríguez Larreta, que se hizo con el 8,1 % de los votos.
Estos resultados marcan una clara y sorpresiva victoria para el oficialismo, que veía esta elección como una disputa clave en sus aspiraciones de desplazar a Pro como mayor fuerza conservadora y principal oposición al peronismo.
Los apoyos obtenidos por LLA aumentaron en más de un 100 % con respecto a los que había registrado en las últimas elecciones en la capital argentina, en 2023, cuando sumó en torno a un 13 % de los votos.
Por su parte, Pro registró una fuerte caída, tras haber cosechado en los últimos comicios en torno a un 50 % de los votos, en el que, al menos hasta ahora, era su principal bastión electoral.
Los resultados difundidos hasta el momento representan así un fuerte golpe por parte del partido de Milei al de Macri, fuerzas que sostuvieron una alianza a nivel nacional en 2023 y a nivel parlamentario en 2024 y que optaron por presentarse por separado a estos comicios.
El 27,5 % de los votos obtenido por Santoro se acerca a los que indicaban los últimos sondeos previos a los comicios, que lo daban como ganador previendo un peor desempeño electoral de Adorni, el gran ganador de la jornada.
Si bien estos comicios, en los que se pusieron en juego 30 de los 60 escaños de la Legislatura porteña, no tienen un peso importante a nivel institucional, sí lo tienen a nivel simbólico, ya que resultaban una prueba de fuego en la disputa por la hegemonía de la derecha argentina en la antesala de las elecciones legislativas nacionales de octubre.
La Ciudad de Buenos Aires, que desde 1996 tiene un Gobierno autónomo como el de las provincias, es el cuarto distrito electoral del país y es considerada un termómetro político fundamental. EFE