
El Tren de Aragua es la organización delictiva transnacional que más se ha fortalecido en América Latina, pese a los esfuerzos represivos conjuntos que están protagonizando Donald Trump en Estados Unidos y Nayib Bukele en El Salvador.
Por infobae.com
Trump invocó la ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para reprimir las actividades del Tren de Aragua en Estados Unidos, y ese movimiento legal fue complementado por Bukele que puso a disposición su Centro de Reclusión para Terroristas, que es una prisión de máxima seguridad ubicada a 75 km de San Salvador.
El 16 de marzo, desde Estados Unidos, llegó un contingente de 238 presuntos miembros del Tren de Aragua, que exhibió los vínculos geopolíticos entre Trump y Bukele.
Con todo, esta agenda bilateral contra el crimen organizado que lidera el Tren de Aragua, aún no pudo contener todos las operaciones delictivas que ejecuta en América Latina.
El Tren de Aragua aprovecha el flujo migratorio indocumentado que trata de llegar a Estados Unidos, ya que cobra peaje para permitir la marcha hacia la frontera sur estadounidense y allí recluta a sus futuros miembros.
En este contexto, Douglas Farah -senior advisor sobre Crimen Trasnacional de la Fundación Tadea– describió el crecimiento geométrico y la influencia regional que tiene el Tren de Aragua, durante su exposición en la Conferencia de Seguridad Hemisférica que organiza la FIU.
“El Tren de Aragua se integra a la migración irregular venezolana a través del hemisferio. Y a medida que lo hacen comienzan a adquirir poder y a avanzar económicamente de diferentes maneras. El modelo principal es el control territorial, no el control de los productos”, afirmó Farah.
Y añadió: “Entonces (el Tren de Aragua) no son una organización de narcotráfico, son una Organización de Control Territorial que se benefician de todo, de la prostitución, la venta de armas, el tráfico de personas, y las drogas por supuesto”.
Farah también explicó que el Tren de Agua recluta en las cárceles desplegadas en la región, y que tiene conexiones con bandas de otros países con capacidad para operar sin límites de logísticos.
Desde esta perspectiva, el experto de la Fundación Tadea hizo referencia al Caso Chile, adonde aparece la vinculación del Tren de Aragua con “Los Gallegos” y “Los Piratas”, dos bandas locales.
Con “Los Gallegos”, el Tren de Aragua logró un canal para el tráfico de drogas y la explotación sexual, mientras que “Los Piratas” fueron clave en el asesinato de Ronald Ojeda, un fuerte crítico del dictador Nicolás Maduro.
Pablo Zeballos -senior advisor de la Fundación Tadea- trabajó junto a Farah en un paper que explica cómo funciona y qué delitos comete el Tren de Agua en América Latina.
Zeballos hizo tres definiciones sobre el crimen organizado que impactaron en el auditorio del Universidad Internacional de Florida:
-“Hay un modelo criminal que está cambiando y ese modelo criminal tenemos que tratar de entenderlo para anticiparnos, porque genera efectos que pueden poner en riesgo la democracia y el Estado de derecho en los países más debilitados».
-El Estado tiene cierto control sobre la cárcel, pero más bien en el perímetro. La cárcel adentro funciona con lógicas criminales, con ciertas normas lógicas de poder. Ese fenómeno no es solamente venezolano, ocurre en Brasil con el Primer comando de la Capital o con el Comando Vermelho. Ha ocurrido en Centroamérica. Está ocurriendo hoy día en Venezuela y es muy probable que esté ocurriendo en muchas de las cárceles de los países que ya dan por sentado que esto no puede suceder».
–“En América Latina hay un mercado ilícito que permite el crecimiento de esta estructura. Ese mercado ilícito no es la droga,. este mercado ilícito que permite el reclutamiento y el aumento de la cantidad de integrantes criminales, es la extorsión que está siendo muy poco estudiada en América Latina”.
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