
Los electrodomésticos son dispositivos creados para hacer más sencillas las labores del hogar y contribuir al bienestar en la vida diaria. Desde los más tradicionales, como la nevera, lavadora o el microondas, hasta los más avanzados con tecnología inteligente, estos aparatos ayudan a optimizar el tiempo, reducir el esfuerzo y consumir menos energía en tareas como la preparación de alimentos, la limpieza o su conservación.
Aunque es común desconectar los electrodomésticos cuando no se están utilizando, ya sea por precaución o para reducir el consumo de energía. Sin embargo, esta práctica puede tener consecuencias negativas si se aplica a ciertos dispositivos.
La nevera cumple una función esencial en cualquier hogar y es la de conservar alimentos en condiciones óptimas para evitar su descomposición. Al interrumpir su funcionamiento, incluso por unas pocas horas, se puede comprometer la cadena de frío, especialmente si el aparato está lleno o si las temperaturas del entorno son altas.