
Julio Borges, fundador del parido Primero Justicia (PJ) habla en Una Conversa podcast sobre la habilitación de Henrique Capriles Radonski para las próximas elecciones, la compleja realidad política de Venezuela y la estructura y dinámica de su partido.
lapatilla.com
También discute la unidad de la oposición, la influencia de actores externos en la política venezolana, y la responsabilidad colectiva en la crisis actual. Borges enfatiza la importancia de la comunidad internacional y el papel que deben jugar los venezolanos en la lucha por un cambio democrático.
A continuación, la entrevista íntegra:
Pregunta: Increíble lo que está pasando. Pareciera que estamos como entrando en una fase de una oposición a la medida y están apareciendo entonces estos nuevos alacranes 2.0. ¿Cómo ves toda esa situación? ¿Qué pasó con Capriles? Él dijo que él nunca iba a ceder, que él nunca iba a aceptar una habilitación y ahí lo vemos habilitado y participando. ¿Qué crees tú que está pasando?
Julio Borges: Te digo primero que de verdad que honestamente para mí y para todos los hemos estado como este mismo equipo es muy doloroso, de verdad que es algo inexplicable porque no es lo mismo que tú tengas visiones políticas diferentes, que eso es totalmente válido. Y tú respetas a las personas que piensan diferente de ti y ellos tienen otra perspectiva y entonces tú puedes tener un debate sobre cuál es la mejor mirada, es el mejor ángulo, pero esto no se trata de eso, ¿sabes? Esto no es un tema de visiones distintas o de ángulos distintos o de perspectivas o estrategias distintas, esto es otro rollo. Esto es un tema de una decisión que simplemente cruzaron una raya, es decir, estaban en un lado que era el lado de quienes luchan por el cambio democrático en el país y ellos atravesaron esa línea y se pasaron al otro equipo, que es el equipo de la dictadura de (Nicolás) Maduro y de todo lo que significa en este momento esa decadencia que vive Venezuela.
Pregunta: ¿Por qué lo hicieron?
Julio Borges: Créeme que no hago otra cosa que pensar en esto todo el tiempo porque… y te digo algo que lo hablaba en las reuniones nuestras. Decía mira, mi límite para saber si yo entiendo o no la realidad es que por ejemplo en el caso de Henrique se postule a un cargo, es decir, el Henrique que yo he conocido todos estos años, en mi visión, en mi relación personal que siempre fue muy buena y de total amistad y apoyo, nunca el que yo conocía hubiera hecho esto.
Pregunta: ¿Por qué lo hizo?
Julio Borges: Yo no lo entiendo. Hay cosas que a veces yo creo tratar de interpretar que es un poco… porque esto no es nuevo, ¿sabes? Desde las primarias ha habido crecientemente problemas. Desde el momento en que se trató de que no hubiera primarias, no hubo apoyo el 28 de julio, se trató después de que el candidato no fuera Edmundo (González) sino (Manuel) Rosales, es decir, fue como una seguidilla de cosas y esto es la ya la gota que derramó todo. Pero yo creo que hay temas que tienen que ver con no aceptar el liderazgo de María Corina (Machado), la rivalidad de no sentir que sea el protagonista de la película, el tratar de estar en Venezuela sin rollo, en el sentido de que no se meta conmigo la dictadura, porque esto claramente no tiene ningún tipo de futuro para el país o futuro político para lograr el cambio en el país. Entonces, honestamente creo que esos son los resortes que están moviendo esa decisión. No se trata, como te digo, de visiones políticas distintas. No es que la oposición se dividió, no es que Primero Justicia se dividió, sino que un grupo de personas increíblemente tomó la decisión de que hoy eran del Caracas y dijeron nos vamos al Magallanes. Tan sencillo como eso. No es que vamos a crear otro equipo de béisbol, no es que hay un tercer equipo de béisbol, es que del Caracas se fueron al Magallanes o del Magallanes al Caracas y cruzaron una línea que al final atenta contra toda la lucha que están dando millones de venezolanos dentro y fuera del país para que haya un cambio democrático.
Pregunta: Digamos, el régimen ha sido muy eficiente en su aparato represivo, entonces, ¿será que le tienen algo?, porque por dinero no debe ser, a Henrique yo creo que no le falta dinero, porque hay otras personas que tú podrías entender y decir, bueno, ‘este tipo está lanzándose en algún lugar porque no tiene dinero y le deben haber dado un pollo con hallaquitas’, pero eso no le hace falta a Henrique. Entonces, ¿qué crees tú que puede ser? ¿Es amenaza?
Julio Borges: Obviamente no es dinero y Henrique Capriles no se va a vender por dinero, honestamente. Y uno tiene que ser muy consecuente con las cosas, no es el caso. Mucha gente a mí me ha dicho, como tú me estás diciendo, que es posible que tengan algo que lo obliga a él a actuar de esta manera, que tendría que ser una cosa gravísima para que tú te desdigas tanto. Yo honestamente, no quiero especular, pero a mí sí me parece, y es las pistas que yo me las doy a mí mismo, es eso, no aceptar el liderazgo que el país votó el 22 de octubre del año 2023. Es decir, no aceptar que escogieron a otro protagonista de la película, cosa que me parece totalmente mezquina y pequeña, pero así es el alma humana. Y, en segundo lugar, el hecho de decir bueno, si yo voy a vivir en Venezuela como mucha gente hace, yo tengo que llegar a un tratado de límites con la dictadura. Entonces, no quiero que se metan conmigo, bueno, yo tengo que de alguna manera adaptarme a vivir bajo sus reglas y creo que al final eso se reduce a una cosa muy simple: los venezolanos se dividen entre quienes quieren salvar al país, que es la inmensa mayoría dentro y fuera de Venezuela, y quienes quieren salvarse ellos, que es una minoría. Entonces yo creo que esta gente optó por salvarse ellos y no salvar al país. Tan sencillo como eso y tan triste como eso, además.
Pregunta: ¿Y cuándo dices tú que fue el inicio o cuando él comenzó a hacer ruido? ¿desde las primarias o antes?
Julio Borges: Tuvimos mucho choque, porque —y esto es público— el propio Henrique declaró que no había ambiente para primaria, que las primarias iban a ser un fracaso. Empezaron a moverse con la comisión que hacía las primarias para pedir que no hubiera primaria, que la suspendieran. Buscaron que el partido no se metiera a fondo en las primarias y eso creó grandes, grandes choques. Y al final, obviamente, las primarias fueron un milagro en el sentido que la gente salió a participar, millones de personas, con todo en contra, y eso fue como un mandarreazo muy duro. Y después el otro tema fue el 28 de julio. Si tú ves las redes de todos ellos, es como si el 28 de julio no pasó. Es decir, hoy están defendiendo el voto con mucha más fuerza y con mucho más entusiasmo y con una pasión loca que no lo hicieron el 28 de julio. Una cosa que no tiene explicación. Es decir, hoy el voto sí es la maravilla, cuando no hay voto, y el 28 de julio, que sí es un momento de vida o muerte, que hay que seguir defendiendo, entonces no tuvo la misma pasión. Y luego el episodio de la candidatura de Rosales, cuando María Corina está inhabilitada ya permanentemente, que se trató de hacer toda una maniobra, que Primero Justicia fue quien la frenó —y María Corina eso nos lo agradece mucho—, que era meter de contrabando a Manuel Rosales como el candidato de la Unidad. Y eso lo frenamos con mucha fuerza, pero eso se estaba cocinando. Y luego este último punto de tener una tarjeta de partido política nueva cuando todo el mundo está ilegalizado, tener una habilitación cuando todo el mundo está inhabilitado, ser candidato en una lista que ni siquiera existe en la Constitución, es un invento. Como decir también ‘la Constitución no sirve para nada’. Entonces bueno, al final, yo como lo dije el otro día, más que expulsarlos, ellos fueron los que expulsaron al país del corazón de ellos. ¿Entiendes? Ellos fueron los que pegaron el brinco de donde está el país entero en este momento.
Pregunta: Al final, desde el 2021, vimos como personajes como Tomás Guanipa, (José Manuel) Olivares, (Rafael) Guzmán también volvieron al país con un descaro, una desfachatez, como que si la gente es pendeja. O sea, como si el venezolano no se da cuenta de las cosas que están pasando. Ahorita hay redes, ahorita hay demasiada información y la gente sabe perfectamente lo que está pasando. No entiendo cómo ellos tienen ese nivel de descaro y van con la cara bien lavada y no les prestan atención a lo que está diciendo la gente.
Julio Borges: La gente está viendo, es la realidad, la gente está viendo. Uno cree que esto es algo que el país no está midiendo, y el país está muy pendiente, mucho más pendiente de la coherencia de cada quien. Y yo te digo, lo lógico es, en un momento dado, donde una persona tenga ese nivel de, como llamaríamos, contrariedad, conflicto. Bueno, es preferible que tú te pongas de lado, que tú te salgas de la política, que tú digas ‘yo me voy a retirar un tiempo porque me voy a dedicar al sector privado, me voy a dedicar a mi familia’, lo que tú quieras. Pero no salir por la puerta de atrás, ¿entiendes? Y esto es salir por la puerta de atrás, porque esto no tiene explicación. Y el país, cuando haya cambio, cuando haya libertad que yo, como todos los venezolanos, aspiramos a que sea más pronto que tarde— la gente va a pedir cuenta. Y la gente va a decir ‘¿qué hiciste tú?’ Porque al final, a nosotros como generación, y eso nos incluye a todos, la historia nos va a juzgar si fuimos capaces o no de sacar a Maduro. Cuando Maduro salga, a cada uno le van a pedir cuenta.
Pregunta: Claro, muchos de ellos también usan el argumento de que ‘yo estoy aquí y tú estás afuera, entonces esta es otra realidad’. Entonces, ¿ese argumento es válido?
Julio Borges: Eso es una muy buena pregunta, de verdad que es muy buena pregunta. Nosotros ahorita estamos en Semana Santa y cada quien carga su cruz, ¿entiendes? Quien está dentro tiene una cruz o tiene sus cruces, pero quienes estamos afuera también tenemos nuestras cruces. El estar afuera de alguna manera es un sacrificio tan duro como los que están adentro. Aquí la pregunta no es dónde estás tú, si estás adentro o estás afuera, sino qué estás haciendo tú. Porque hay gente que es ‘política’ entre comillas y vive en Caracas, pero está mucho más lejos de Caracas que yo. ¿Entiendes? Que tengo años fuera, exiliado. ¿Por qué? Porque uno está todo el día viendo cómo logras tú fracturar al régimen, cómo logras tú que haya un desenlace. Y al riesgo de que uno tiene amigos, familiares igual en Venezuela. Entonces, el tema no es dónde estás tú sino qué estás haciendo tú. Y cuando quieren dividir a los que están afuera y los que están adentro, como hicieron con los cubanos, ese argumento de los castristas, se hace daño brutal. Porque más bien lo que habría que buscar es la sumatoria, la sinergia entre los que están adentro y los que están afuera. Que los que estamos afuera hagamos lo que adentro no pueden hacer y los que están adentro hagan lo que afuera no podemos hacer y se complemente eso.
Pregunta: Ahora te pregunto también, ¿cómo ustedes como partido político están? ¿Los partidos políticos son un chat de WhatsApp o hay gente de verdad trabajando en las regiones ¿Cómo es esa dinámica?
Julio Borges: Es una muy buena pregunta también. Yo creo que lo que tiene Primero Justicia de especial o de distinto a cualquier otro movimiento político en Venezuela es que es un movimiento político que no está alrededor de una persona. Tú ves cualquier otro partido político, y no quiero dar nombre, pero es el movimiento de fulanito de tal. Primero Justicia ha logrado más bien desde su inicio, y fue diseñado así, ser un equipo y una especie de semillero de líderes. Y por eso hay mucha gente joven y buena en Primero Justicia. Gente como Miguel Pizarro, como Carlos Paparoni, como Karim Vera, es decir, hay gente buena en todos los niveles y todo el mundo es accionista en Primero Justicia. Si tú pudieras ver a Primero Justicia como un organigrama, Primero Justicia tiene oficialmente 13 mil posiciones formales. Es decir, hay 13 mil cargos. Es decir, un edificio que tiene 13 mil personas organizadas en todo el país, en las 1.500 parroquias, los 300 y tantos municipios, en todos los estados. Ahora, la verdad es que hasta el 28 de julio eso estaba absolutamente de pie. El tema del miedo y de la persecución no solamente en Primero Justicia, sino en los partidos o en las ONG ha hecho una mella muy, muy grande. A pesar de que todo el mundo está conectado, todo el mundo está informado, el nivel de miedo llega a que la gente tenga miedo, por ejemplo, de retuitear algo o de poner algo en un grupo de WhatsApp. Hay veces que hasta la gente entre los grupos de WhatsApp tiene hasta el temor de expresarse porque le toman una foto, y cualquier persona con mala intención, o le roban el teléfono a alguien, y ese miedo lo hay. (…) Entonces, el miedo ha hecho mella. Pero al mismo tiempo, si tú lo ves por lo que yo recibo, la energía de Primero Justicia y de toda la gente que está en la Unidad, o lo que se ve por ejemplo en las encuestas y en las investigaciones que se han hecho: los venezolanos hoy por hoy tienen intacto el cuchillo en la boca esperando un cambio. Que están más agazapados, que hay miedo, que hay repliegue, totalmente. Pero lo importante es que no hay frustración, no hay el tirar la toalla. La gente está absolutamente militante. (…) Y soy de los que piensa, y siempre lo he pensado, que, en esta especie de malabarismo, de equilibrio frágil que tiene Maduro, en cualquier momento se le mueve un ladrillo y se le cae el edificio entero. Lo que hay que tener es la persistencia de seguir empujando, porque sí o sí va a haber un cambio en el país.
Pregunta: ¿Cómo están tus relaciones, y digo tú como partido político, con los otros partidos?
Julio Borges: Hay un espacio que es la Plataforma Unitaria (Democrática), donde se reúnen los partidos que estamos en la misma onda, donde está María Corina también, está Edmundo González. Allí está por parte nuestra quien es la presidenta de Primero Justicia y que ha sabido liderar esto muy, muy bien, que es María Beatriz Martínez. Estamos Juan Carlos Caldera, que está permanentemente en esa instancia. Y ese grupo está totalmente comunicado, permanentemente, y llevando todas las dificultades que significa navegar esa curiara en estos momentos tan complicados. Y con María Corina también hay total comunicación, en el sentido tanto personal como a nivel de partido. Entonces, yo siento que la gente termina a veces culpando o diciendo ‘bueno, no hay unidad’, yo creo que eso vale la pena analizarlo. Primero te diría lo siguiente, porque la lucha final que hay, al final de todo esto, toda esta lucha venezolana que es tan compleja, se puede reducir a algo muy, muy, muy simple, y es quién fractura a quién. Es decir, la dictadura tratando de fracturarnos a nosotros, y nosotros tratando de fracturar a la dictadura. Entonces, en ese sentido, cuando a veces se siente que no hay unidad, es porque han pasado cosas como la que estamos viviendo ahora. Pero también hay muchos episodios, que yo diría que son la mayoría, donde hemos ido unidos a todas las candidaturas presidenciales, a la Asamblea Nacional, a las elecciones de gobernadores y alcaldes. Y siempre ha habido como regla la Unidad. Pero suceden cosas y la gente se desinfla. Pero creo que, si tú lo mides evento por evento, la regla siempre ha sido la unidad y la excepción ha sido la división. ¿Cuál es la frustración de la gente? Y tienen toda la razón. Es que la gente dice ‘Maduro debería estar fuera del poder. Maduro está sobregirado allí’. Y tienen razón. Y quienes hemos tenido posiciones de dirigencia política y liderazgo político, obviamente la gente dice ‘or culpa de ustedes no ha salido Maduro’. Y hemos estado muchas veces cerca de la salida de Maduro y no se ha terminado de dar la salida de Maduro. Y al final a nosotros nos van a juzgar, como te decía antes, si logramos salir de Maduro o no.
Pregunta: ¿Por qué no se ha salido de Maduro? ¿Es culpa de los militares? ¿Es culpa de la sociedad civil? ¿Es culpa de los partidos? ¿A quién se le puede echar un poco la culpa?
Julio Borges: Te doy con toda honestidad mi visión. Primero, obviamente todo el mundo tiene un pedazo de culpa. Es decir, el medio que se autocensura es culpable de esta broma. El empresario que se pone a hacer negocios con los enchufados tiene culpa. Así estén hablando paja todo el día de la política y ellos están haciendo negocios con los enchufados. O la Iglesia, que ha sido muy valiente, pero que hay de repente algún obispo que quiere pasar agachado, es su culpa también. Aquí todo el mundo tiene su responsabilidad porque el país es de todos y todos somos al final somos venezolanos, y no hay más responsables que otros. Ahora, se han cometido errores también, que yo creo que eso es un tema importante. Y lo otro que yo añadiría de por qué no ha salido Maduro, es mi visión, es porque en este caso no es una pelea entre venezolanos. Aquí hay otras fuerzas. Si esto fuera un problema solo entre venezolanos, ya habría un cambio en Venezuela desde hace mucho tiempo. Como pasó con Pérez Jiménez, o como pasó en otras ocasiones. El ingrediente que no hay ahora es que, por primera vez en la historia venezolana, hay unos actores externos que, en mi opinión, son los que sostienen a Maduro en este momento. La gente dice ‘es que Maduro está sostenido por los militares’. Maduro está sostenido por algunos militares, pero no por la Fuerza Armada. Porque si tú te pones a ver, la mayoría de los presos que están hoy en nuestras cárceles, la mayoría de los presos políticos, esos presos hoy por hoy son militares jóvenes. Entonces, no podemos decir que a Maduro lo sostiene la Fuerza Armada. La votación del 28 de julio, abrumadoramente en los sitios donde votan los militares y su familia, fue contraria a Maduro. Maduro no es una dictadura apoyada en la Fuerza Armada, sino en un grupo de militares, muy corrompidos, pero que ni siquiera son el mayor apoyo. El apoyo más importante son estos factores externos: el tema cubano, el tema iraní, el tema chino y el tema ruso. Eso es lo que le da, para mí, en pocas palabras, el soporte más fuerte por el cual no hemos logrado todavía sacarlo del poder.
Pregunta: Pero entonces, ¿eso es un grupito de represores? ¿Serán mil agentes? ¿500? Porque están por toda Venezuela, básicamente reprimiendo a la sociedad civil y a los militares.
Julio Borges: Tiene que ver con asesoría a la Fuerza Armada, en el caso de los iraníes y los cubanos, es enorme. Tiene que ver con crear una especie de aparato en el cual tanto civiles como militares se sienten perseguidos. Tiene que ver con el hecho de que sienten que Maduro es como el embajador de esa fuerza extranjera en Venezuela, y por eso el tipo es fuerte. Maduro no es un tipo querido, Maduro no tiene carisma, Maduro no tiene intelecto. Maduro lo que tiene es la astucia de la represión y de esas alianzas internacionales. Entonces hoy por hoy, Maduro está más sostenido por esa geopolítica que le da toda esa especie de ‘know-how dictatorial’, de represión, de persecución y de hacerlo ver como el jefe de esa coalición geopolítica, que por el mismo hecho de la cuestión militar. Si tú pudieras hacerle una foto a la Fuerza Armada venezolana desde que Maduro llegó al poder, diez años atrás, lo que vas a ver, a diferencia de lo que pueda creer mucha gente, no es una Fuerza Armada más fuerte, sino por el contrario más raquítica, más desmantelada, más pobre y más destrozada. Al final, no es una dictadura en la cual la Fuerza Armada se está aprovechando para crecer, sino que Maduro y esa fuerza internacional lo que están es liquidando la Fuerza Armada venezolana.
Pregunta: ¿Cómo ves tú la ayuda internacional de los países? ¿Es importante, es necesaria? ¿No hace falta en este tema? ¿Tenemos que resolver nosotros o, en efecto, necesitamos ayuda de afuera?
Julio Borges: Lo dibujo como lo veo yo, es como cuando tú vas a inflar un globo, vas a inflar una bomba. La presión de aire y los pulmones los tienes que poner tú, para empezar a crear esa presión interna que empieza a inflar ese balón, esa bomba. Tú eres el que pone la presión interna para inflarlo. Y la comunidad internacional es ese alfiler que, cuando ya está inflado, toca, y ahí es el quiebre. Pero pensar que la comunidad internacional es la que pone los pulmones para inflar el globo, y que eso va a pasar, es al revés. Nosotros tenemos que estar en cuenta que todo el apoyo internacional, y eso es algo que yo conozco bien, es importantísimo, es fundamental, se agradece, lo necesitamos. Pero el quiebre interno, es decir, el lograr la fractura del madurismo para que haya un desenlace democrático, esa es tarea nuestra. El 28 de julio se logró un milagro enorme, y lo que nos toca es rematar esa tarea con todo el trabajo que se está haciendo. A veces es dificilísimo, como sabemos. Pero eso, no nos pongamos otra cosa en la cabeza, necesita la ayuda externa, pero lo que es rematar la faena, como los toreros, es un tema que tiene que ser hecho por los venezolanos. Y nadie más que los venezolanos vamos a lograr salvar el país.
Pregunta: ¿Y crees que los partidos políticos que están activos contra el régimen están trabajando para que eso ocurra, para que haya ese rompimiento, para que haya esa fractura?
Julio Borges: Mira, yo creo que la gravedad de lo que vive Venezuela ahorita, si tú lo comparas con 500 años de historia venezolana desde que llegó (Cristóbal) Colón, no hay un momento más fregado que el que estamos viviendo ahorita. Entonces mi pregunta es, ¿la sociedad entera, no solo los partidos políticos, la sociedad entera, está consciente y organizada como para crear, como hubo en la época de la Independencia, una especie de Junta Patriótica, donde estuvieron empresarios, intelectuales, iglesia, estudiantes, trabajadores, sociedad civil, político, un verdadero cogollo democrático que esté dispuesto a conducir a Venezuela a la salida de Maduro? Eso hoy por hoy, tristemente, no existe. Yo no lo conozco, al menos. Ojalá que exista. Pero sí hay líderes que están dando un testimonio enorme, como María Corina, que está dando todo por el todo. Juan Pablo Guanipa, que está escondido y no ve a su familia hace meses. Edmundo, y otras personas que están poniendo toda la carne en el asador. Lo que te quiero responder con esto es que esto no es un tema solo de los políticos. Aquí hay que poner la carne en el asador todos. Lo que tiene que ayudar cada quien con lo que tenga que ayudar. Eso hace falta armarlo como rompecabezas en este momento. Y creo que es un llamado a la conciencia de cada quien, para que cada quien asuma su responsabilidad.